El Real Madrid está teniendo un verano que le pasará
factura. Ya sea por fallos en la comunicación institucional del club o por
dejadez intencionada toda la prensa deportiva se está comiendo a una institución
como la entidad de Chamartín. El mejor club del siglo XX según la IFFHS que no
es que lo diga yo.
De aquí a algún tiempo, grandes jugadores como Raúl González
Blanco, Roberto Carlos o Fernando Redondo se han marchado de un club al que le
dieron los mejores minutos de su vida sin un reconocimiento digno. El único que
se marchó de la mejor forma posible fue Zinedine Zidane, todos sabíamos que le
quedaba alguna temporada más a un buen nivel, pero el lo decidió así y salió
por la puerta grande del Bernabeu como los grandes toreros.
En estos días les toca el turno a Iker Casillas y a Sergio
Ramos. El portero que nos dio la novena y el central que nos dio la décima.
Están a punto de marcharse sin que ningún directivo, entrenador o presidente de
la cara por ellos. Benítez acaba de llegar y no se atreve a dar el paso.
Lógico, en su situación, aún no sabe que se va a encontrar. El silencio y la
máxima de ver, oír y callar es el mejor aprendizaje para un recién llegado, a
la que se le suma “donde fueres, haz lo que vieres”.
Todo lo ocurrido este verano tendría una resolución muy
sencilla. Esta no sería otra que la de esperar a que De Gea quedase libre el
año que viene y llegase gratis. Si tiene ganas de jugar en el club blanco esto
no debería ser un impedimento, por todos es sabidos y bien escuchado en cada
una de las presentaciones de nuevos jugadores que sueñan con ello desde niños.
Así que la espera por un año no debiera ser un inconveniente para una parcela
que ya esta cubierta con Keylor Navas e Iker. Con esto se podría dar la última
temporada a Casillas y una retirada digna del que ha sido el mejor portero de
la entidad de La Castellana en sus 113 años.
Con lo que se ahorrarían del traspaso de De Gea se le sube a
Sergio Ramos el sueldo. Es el mejor central del mundo y en el mercado no hay
nadie que cumpla estas exigencias a día de hoy. El de Camas es ya un ´4´ puro
con un despliegue físico que aún le debe muchas tardes de gloria al madridismo.
Al mismo tiempo que ocurre esto, David De Gea sabrá que al llegar libre se le
podrá dar una ficha más elevada que en el caso de llegar traspasado. Con lo que
todas las partes ganan.
Esto provocaría que a Casillas y Navas les quedase todo un
año por delante para luchar por el puesto de la portería, uno para acabar su
carrera como la leyenda viva que es y el otro para buscar una buena salida en
el verano próximo en el que sabría que con la llegada de De Gea su sueño de ser
titular fijo en la portería blanca se esfumaría. Así acabarían todos contentos.
Con la marcha de Iker Casillas al Oporto esto promete acabar
como el rosario de la aurora. El Real Madrid estará siempre por encima de
cualquier jugador, pero la piel de los aficionados no es de acero. La marcha de
nuestros ídolos por la puerta de atrás nos duele y mucho.
Cualquier despedida ahora es trasnochada, irrespetuosa y un
paripé con el que se lavaran las manos los altos cargos que han provocado esta
situación sin necesidad alguna. El daño para con los aficionados merengues ya
esta hecho. Esto debe cambiar.
---Siempre Iker---